Vampiras de carnaval

Ahora que han pasado los carnavales, he visto en los archivos que guardo sobre mi madre estas tres fotografías que reflejan un momento de diversión de antaño: cuando ella, una de mis tías y mi hermana se disfrazaron de vampiras, al estilo de la película de Coppola. Dicen que lo pasaron estupendamente. Se nota. Creo que yo ya vivía en Madrid y sólo pude ver estos disfraces en las fotos.

Leonard Cohen: The Stranger Song

Huellas en Mérida (y 5)

Las dos fotos de arriba las hicimos en ese reciente viaje a Mérida. Son dos obras tempranas de mi madre, de cuando empezaba a pintar y a dibujar.

Las de abajo me las dio mi tía. Son algunas de las fotos que le hicieron a mi madre en una de sus visitas a Mérida. En la primera sale junto a mi tío y en ésta y la siguiente pueden verse dos de los relojes de sol que él suele construir. 

En memoria de la pintora Ana Franco

En las páginas de este diario, traducido por David González y Dagmar Buchholz, podemos ver el dibujo que hizo mi madre cuando, aprisionada ya por el cáncer y sin poder utilizar la mano derecha por culpa de los tumores y los ganglios inflamados del brazo de esa mano, tuvo que emplear la izquierda para cumplir con David; porque sabía que David, además de poeta, es un amigo y un gran tipo. Alguien que, con ella, siempre había cumplido. Y ahora David le devuelve aquel sacrificio dedicándole el libro. Muchas gracias, David González. Mi madre se habrá emocionado, dondequiera que esté.