lunes, 30 de abril de 2012

Adiós a Rodin



Los habitantes del antiguo Egipto hacían duelo por la muerte de un gato y se afeitaban las cejas. ¿Y por qué no iba a ser la muerte de un gato tan dolorosa y sentida como otra muerte cualquiera? Las muertes pequeñas son las más tristes, tristes como la muerte de los monos (William S. Burroughs, Gato encerrado).

[En memoria del gatito de mi hermana, al que ella ha encontrado muerto esta misma mañana, justo después de celebrar anoche su cumpleaños. Ahora vuelve a estar sola. No le ha durado mucho la compañía; menos de un año].

2 comentarios:

  1. Sé muy bien lo que es el duelo por la muerte de un gato. De hecho, por la muerte de dos en poco tiempo. Los afectos son los afectos, sea persona, gato, perro...
    Ahora tengo cinco preciosos gatitos (el sexo está por determinar, pues solo tienen una semana) para regalar a personas responsables y amantes de los gatos. Díselo a tu hermana, por si le apetece tener compañía gatuna de nuevo.
    Estoy en seguidores para que, si quieres, puedas ponerte en contacto conmigo.
    Gracias.

    Saludos cordiales desde el campo.

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  2. Muchas gracias, Manuela, se lo diré. Pero no sé yo... hemos perdido demasiados gatos como para que le queden ganas...
    Besos.

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