Andréi Tarkovski fue uno de los cineastas favoritos de mi madre. Creo que, de todas sus películas, prefería Sacrificio. Recuerdo su pasión por esta obra, su entusiasmo. Como he leído este verano los diarios de Tarkovski, destaco unas palabras que el director dedica a su madre:
8 DE OCTUBRE
Hoy es el entierro
de mamá.
(Y en la exposición
de los sesenta años de cine soviético sólo está una de mis películas, La
infancia de Iván (de la guerra) ¡?).
El entierro de mamá.
El cementerio de Vostriakovo. Ahora me siento indefenso. Y que nadie en el
mundo me querrá como me quiso mi madre. En el ataúd no se parecía nada a sí
misma. Y madura en mí la convicción de cambiar de vida. Tengo que hacerlo con
más valentía y mirar al futuro con seguridad y esperanza. Querida, querida
mamá. Verás, si Dios lo permite, que aún haré muchas cosas: ¡tengo que empezar
desde el principio! Adiós… no, adiós no, porque estoy seguro de que volveremos
a vernos.
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