sábado, 6 de octubre de 2012

Yo no fui. No quise ir


Anoche Leonard Cohen ofreció al público casi cuatro horas de concierto. Yo no fui. No quise ir. Hace unas semanas, cuando vimos el cartel que anunciaba su visita a Madrid, mi mujer me preguntó si quería comprar una entrada e ir a verlo, aunque fuese solo. Le respondí que no. Y la soledad no era la excusa. El caso es que, cuando acudimos hace años al concierto de Leonard Cohen en Madrid, nos juntamos ella, mi hermana, mi madre y yo. Fue lo último que hice junto a mi madre antes de que le diagnosticaran el cáncer, un par de semanas después. Por eso conservo ese directo como un tesoro en la memoria. Por eso no creo que vuelva a asistir a un concierto de Leonard Cohen. De ahí mi renuncia. Ese recuerdo es difícil de superar; y es un recuerdo feliz. Abajo, una imagen del evento de este viernes; extraída del diario El Mundo:




3 comentarios:

  1. Amigo, J.A. He conocido este blog, mientras leía el original, “escrito en el viento”. No he podido resistir la emoción al ver a tu madre. Se parece tanto a la mía. Hace 15 años, que aquel maldito cáncer renal se la llevó. Creí que el mundo se pararía y los malditos semáforos siguieron cambiando de colores. Me he hecho seguidor de tu blog. Escribes muy bien y voy a intentar hacerme con alguna de tus novelas. Allá donde estén Ana María y Amelia… Ojalá estén sonriendo. Un abrazo

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  2. Muchas gracias, querido amigo. El próximo brindis se lo dedicaremos a ellas. Un abrazo.

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  3. Lo que hagas, siéntelo con el corazón.
    Tal vez es una forma de honrar su memoria.
    Tal vez...

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