Así supe que mi
padre no había de volver, y que la vida que un día conocimos se había roto, la
habíamos perdido para siempre. Así supe que cada hombre que ha vivido sobre la
faz de la tierra ha buscado y busca a su padre, y supe que incluso cuando el
padre ha muerto, su hijo lo busca incansablemente hasta por las calles de la
mala vida, con tal de encontrarlo, y supe que el hijo nunca pierde la esperanza
y siente que algún día verá de nuevo el rostro de su padre.
[Hago mío este texto, que pertenece a Una puerta que nunca encontré; aunque, en este caso, sustituyo la palabra "padre" por "madre"].
Con las diferencias lógicas de cada vida siento mas o menos lo mismo, diría (tbn)que hago mías tus palabras. Ah! pido disculpas por la intromisión, no he sido invitada.
ResponderEliminarSaludos y un presente a modo de disculpas
REM
http://youtu.be/NGorjBVag0I
Gracias, Rembrandt.
ResponderEliminarAquí todo el mundo es invitado y bienvenido. El único requisito es respetar la memoria de mi madre; y de momento todos lo cumplís.
Un abrazo.