lunes, 31 de enero de 2011

Con Ramón Abrantes


Me encanta esta foto de mi madre, en brazos del escultor zamorano Ramón Abrantes (1930 - 2006). Muchas veces nos encontrábamos con él, caminando por la Calle Sacramento (donde Ramón tuvo su casa y su estudio) de Zamora. Se apreciaban mucho el uno al otro.

viernes, 28 de enero de 2011

Viscerales


Estos días llega a las librerías Viscerales, que este sábado presentaremos en Zamora las siguientes personas: Choche, David Refoyo, Mario Crespo, David González y un servidor. En el Ávalon Café, a las 22:00 horas. Es una antología que Mario y yo hemos coordinado y preparado, y que nos ha quitado mucho tiempo y nos ha dado mucho trabajo. Pero ha merecido la pena. La primera semilla la sembró mi madre, y por ello el libro está dedicado a su memoria, pues finalmente no pudo leerlo; ni siquiera llegó a ver la portada, que le hubiera entusiasmado. En la antología, además, se reúnen unos cuantos de los autores españoles que más le gustaban. Abajo cuelgo un extracto de mi epílogo.



Un día, mi madre me dijo algo que me estuvo rondando meses por la cabeza. Le había regalado algunos libros de poetas y escritores españoles “cañeros”. Alguien le prestó una novela de uno de mis autores favoritos de este país (que no es cañero, ni mucho menos, pero al que guardo devoción sin límites: es famoso y no diré aquí su nombre, por respeto a él y a mi madre). Es cierto que en esa novela reciente está en horas bajas, aunque a mí me gusta. Me comentó ella:
–Estoy leyendo este libro y no tiene fuerza. No me hace ni fú ni fá. ¿Sabes lo que pasa? Que, después de leeros a vosotros… lo demás parece flojo, ya no impresiona. No es tan contundente.
Con “nosotros” se refería, principalmente, a casi todos los autores reunidos en Resaca / Hank Over. Entendía que otros escritores no se jugaban los cuartos en cada frase, que no golpeaban al lector, que carecían de riesgo y firmeza. Así que pensé: “Deberíamos hacer una antología con todo eso”.
Y poco después sostenía con Mario Crespo esta charla, al amparo de unas latas de cerveza:
–Tú y yo deberíamos hacer una antología.
–Pues a eso mismo le estoy dando vueltas. Sería una antología de gente cañera. Ya sabes: sólo escritores viscerales. Incluso tengo el título: Con dos cojones.

jueves, 27 de enero de 2011

Revolutionary Road



Si la memoria no me falla, esta es la última película que vi con mi madre en su casa. Le gustó mucho. Se la llevé en dvd porque a mí me encanta. Y porque ella conocía bien el tema que tratan. La protagonizan Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Y está a la altura (o casi) de la novela de Richard Yates, que yo he leído un par de veces. También le encantaba DiCaprio como actor.

miércoles, 26 de enero de 2011

Ilustración para Loser (de David González)


En la página 24 del poemario Loser (Bartleby Editores) se incluye este dibujo. Fue un encargo de David González. Le pasó un poema y ella lo ilustró. Hay un segundo dibujo que ella hizo para este libro, finalmente descartado porque tenía color y, al imprimir el libro, las ilustraciones quedaban en blanco y negro: lo colgaré aquí otro día. Abajo, el poema completo y la cubierta del libro, obra del graffitero Sr. X.


SOMBRA DE OJOS

me dejó una rosa
en un vaso
en mi habitación

porque se marchaba

al entrar te cachean
te desnudan delante
de un guardia de seguridad
y te miran las heridas
y los hematomas

le recuerdo exultante
con el pelo mojado
en la sala de fumadores

porque se marchaba

por la mañanas
mujeres desnudas
sonámbulas por los lavabos
mujeres desnudas
a las que empujaban
a las duchas
con una esponja
previamente enjabonada

vacas en el matadero

y de noche
a esperar por los pijamas

con elástico
por favor
gracias

a esperar por los pijamas
de hombre

le recuerdo exultante
con el pelo mojado
en la sala de fumadores

porque se marchaba

luego las enfermeras
que se celaban de mi ropa
y de mi maquillaje
un día me llamaron aparte
querían que les dijera
mientras escarbaban
en mi neceser
dónde había comprado la sombra de ojos

me dejó una rosa
en un vaso
en mi habitación

porque se marchaba

y que corra el aire

que corra el aire señores

estaban prohibidas
tajantemente prohibidas
las relaciones personales
en el hospital psiquiátrico

así que la verdad
no me arrepiento
para nada
de haberle cortado
el cuello
a la rosa
y llenado el vaso
con mi propia sangre




lunes, 24 de enero de 2011

Vistazos de infancia (3)





En las dos fotos superiores, junto a su padre, nuestro abuelo. En la tercera, junto a él y su madre, nuestra abuela. En la última, sobre estas líneas, sólo con su madre. No sé dónde fueron tomadas, aunque los lugares me resultan familiares. Quizá la cuarta, la de blanco y negro, pudo ser hecha en Sanabria, a juzgar por otra foto parecida en la que se ve a nuestra madre junto a un lago (o un embalse, no queda claro). Seguro que alguien de la familia me saca de mi despiste.

viernes, 21 de enero de 2011

La franja luminosa


He recortado esta fotografía, tanto aquí como en las ocasiones en que la he colgado en mi blog, porque debajo de mi madre está su madre con los primeros síntomas del proceso de su deterioro, el que llevaría a mi abuela a la muerte. Esta foto, además, al revelarla, salió con una franja luminosa en la parte de la cabeza (melanoma) de mi abuela y en torno al pecho (carcinoma) y las manos de mi madre, como si las enfermedades venideras ya estuvieran afinando el tiro. Lo cierto es que, ahora, al mirarla y reparar en ello, se estremece uno con todo esto. Coincidencia o no, ahí queda. En cualquier caso, esta es la imagen que aparece en el grupo de Facebook que creó una amiga de la familia, y a nosotros nos gusta bastante.

jueves, 20 de enero de 2011

Witxi


La cubierta de este libro de Josep Pastells contiene un detalle (no aparece el cuadro entero) de la primera de las pinturas de uno de los trípticos de nuestra madre. En realidad, esa fue la ilustración de portada que les propuse a los responsables de Ediciones de la Tempestad para mi Monólogo de un canalla. Dijeron que se ajustaba mejor al libro de Pastells y el autor (al que no conocemos) estuvo de acuerdo. Nos dieron un ejemplar a cada uno: a ella y a mí. No leímos la novela porque estaba escrita en catalán. Por cierto: si mal no recuerdo, el título ("witxi") significa "bruja".

miércoles, 19 de enero de 2011

Leonard Cohen: Ain’t No Cure For Love



Otra de las canciones de aquel concierto de septiembre de 2009 en Madrid, al que asistimos, apenas unas semanas antes de su diagnóstico. Uno de sus temas favoritos. Lo pinchábamos en vinilo en el Pasarela.

martes, 18 de enero de 2011

Vistazos de infancia (2)





Ana aparece en estas imágenes junto a algunos de nuestros tíos, y, abajo, en brazos de la abuela. A la segunda de las fotos (empezando por arriba) me referí yo hace uno días: al fondo se ve la Iglesia de Santiago el Burgo; en ésta se ve mejor ese fondo que en la que puse anteriormente.

lunes, 17 de enero de 2011

Rumble Fish (La ley de la calle)





Una de sus películas favoritas: Rumble Fish (La ley de la calle), de Francis Ford Coppola. Le llevé mi copia en dvd hace apenas un par de meses, para que la viera de nuevo. Estuvo siempre enamorada de "El Chico de la Moto" (personaje interpretado por Mickey Rourke). La vimos juntos cuando se estrenó en el cine. Nadie que haya visto esta película podrá olvidar aquella inscripción en un muro: The Motorcycle Boy Reigns (El Chico de la Moto reina). Os dejo aquí el trailer.

sábado, 15 de enero de 2011

Retrato de Mónica Barrueco


Dice mi hermana que es el primer retrato que hizo mi madre. Sin duda es uno de mis favoritos: porque, con unos pocos rasgos de cara, supo representarla tal y como era de niña. La pena es que la pintura “pierde” demasiado cuando la pasamos a la fotografía y de ahí al blog, en miniatura. No obstante, aprovecho para comentaros que el pintor zamorano Félix Matilla está preparando una exposición antológica sobre la obra de Ana. La intención es inaugurarla antes de verano. Seguiremos informando.

jueves, 13 de enero de 2011

Vistazos de infancia (1)








En un par de fotografías se ve parte del patio de la carpintería de mis abuelos. En la primera imagen, si la vista no me falla (otro día colgaré otra foto del mismo sitio, en la que se divisa mejor el fondo), lo que hay detrás es la Iglesia de Santiago el Burgo, donde nuestra madre contrajo matrimonio.

miércoles, 12 de enero de 2011

Un legado: Cartas a Theo


Mis hermanos me regalaron, el Día de Reyes, este libro que perteneció a nuestra madre: las Cartas a Theo, de Vincent Van Gogh (edición de mayo del 82). Para mí es simbólico. Porque este mismo ejemplar es el que yo leí hace años, cuando ella se obstinó en que lo leyera, y porque fue uno de sus libros favoritos y a mí también me apasionó. Yo no tenía este título en mi biblioteca. Tendré que restaurarlo porque se le caen las hojas por el uso continuo y los préstamos a otras personas y los traslados domiciliarios. Al día siguiente de recibir este regalo, esta herencia, lo abrí al azar y encontré las siguientes palabras (ya sé que resulta difícil de creer, pero a veces el destino encierra estos caprichos) de esperanza, que copio a continuación:

Los pintores –por no hablar sino de ellos–, estando muertos y enterrados, hablan a la generación siguiente o a varias generaciones siguientes por sus obras.
¿Es eso todo, o hay todavía algo más? En la vida del pintor, tal vez la muerte no sea lo más difícil de obtener.
Yo confieso no saber por qué será, pero siempre la vista de las estrellas me hace soñar, tan simplemente como me impulsan a soñar los puntos negros que representan en el mapa las ciudades y lugares. ¿Por qué, me pregunto, los puntos luminosos del firmamento nos serían menos accesibles que los puntos negros en el mapa de Francia?
Si tomamos el tren para irnos a Tarascón o a Ruán, tomamos la muerte para irnos a una estrella.
Lo que es realmente cierto en este razonamiento es que, estando en vida, no podemos irnos a una estrella; lo mismo que estando muertos no podemos tomar el tren.
En fin, no me parece imposible que el cólera, el mal de piedra, la tisis, el cáncer, sean medios de locomoción celeste, como los barcos a vapor, los ómnibus y el ferrocarril, lo son terrestres.
Morir tranquilamente de vejez sería ir a pie.

martes, 11 de enero de 2011

Primera comunión






Las fotografías antiguas, en blanco y negro, siempre parecen más auténticas, como si estuvieran tomadas de una película. En algunas de estas imágenes se ve a Ana con nuestros tíos Pepe y Ángeles y, en otra de ellas, junto a sus padres. Me gusta el detalle del hombre curioso que se ve al fondo de una de las fotos, ese testigo ocasional de quienes posan para la cámara y de quien los retrata para la posteridad.

lunes, 10 de enero de 2011

Para qué sirven los charcos


Tomás Sánchez Santiago, poeta y amigo y escritor zamorano, y uno de los retratados por Ana, utilizó como ilustración de portada (para uno de sus mejores libros) un cuadro de nuestra madre, perteneciente a un tríptico que ya pondremos por aquí. La niña de espaldas es ella.

domingo, 9 de enero de 2011

Otro retrato familiar


Aquí siguen faltando los dos hermanos mayores. Nuestra madre es la más pequeña. La foto es impresionante, parece de una película de la postguerra.

jueves, 6 de enero de 2011

Madeleine Peyroux: Dance Me to the End of Love



Mi viejo y gran amigo Ángel Petisme, poeta y cantante, que conoció a mi familia en la noche zamorana, me envía esta versión de Dance Me to the End of Love que yo no conocía. Sirva como regalo de Reyes Magos de este blog. Gracias por el envío, compadre.

miércoles, 5 de enero de 2011

The Beatles: While My Guitar Gently Weeps



Tuvimos un bar, Pasarela, en el que la música que poníamos viene a ser como la banda sonora de nuestras vidas. Por aquí pondremos muchas de esas canciones de aquella época. Ésta, en concreto, le encantaba a nuestra madre. “Pon Mientras mi guitarra llora”, me decía. Y yo la pinchaba, en vinilo. George Harrison, que escribió el tema, también murió de cáncer: a los 58 años. Con esta canción brindamos por los dos: Ana y George, allá donde estén.

martes, 4 de enero de 2011

El núcleo familiar


Nuestros abuelos con su prole. Los hijos que faltan en una foto están en la otra, salvo Mary, que hace doblete. En la de arriba del todo, las niñas son (de izquierda a derecha): Ana, Mary (arriba), Juana (abajo) y Felisa. En la de abajo, los hijos que aparecen (de izquierda a derecha) son Mary (de nuevo), Manuel y Ángeles. En estas fotos, el abuelo tiene un aire al protagonista de la película Ladrón de bicicletas, esa obra maestra del cine.



lunes, 3 de enero de 2011

Calle de Los Herreros, nº 5






Nuestra madre y tres de sus hermanas nacieron en el número 5 de la Calle de Los Herreros de Zamora (la puerta enrejada, cerca del mítico Mesón Balborraz). Los primeros hijos nacieron en Guadix. Quien sea de Zamora ya sabe el encanto que tiene Los Herreros: una calle angosta que comunica la Plaza Mayor con la cuesta de Alfonso XII; una calle repleta de pubs, bares y tabernas en los que muchos de nosotros prácticamente nos hemos criado. Antes se nacía en las casas. En la última foto puede verse a nuestra abuela materna, lavando (años después) la ropa en las aguas del río Duero. La abuela lavó la ropa, aquella mañana del 26 de julio de 1954, y luego fue a casa y alumbró a nuestra madre: Ana María Franco Guzmán, hija de Manuel y Ángeles. Alguien dijo (lo contó el otro día una de nuestras tías) que acababa de nacer una niña con ojos de mujer fatal. Estaba en lo cierto.