Si uno se fija, entre el primer retrato de mi hermana que colgamos aquí y éste no sólo hay una diferencia de bastantes años: también las técnicas y el enfoque son muy distintos. Y con el enfoque me refiero a que, allá donde en el primero todo era difuso y estaba sugerido, aquí hay cierta obsesión por el detalle y la composición realista. Quien posó con mi hermana fue uno de nuestros gatos.
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